Consolidemos la democracia
En el territorio nacional se
llevarán a cabo elecciones federales el 01 de julio y se elegirán, además del
presidente de la nación, a cinco gobernadores, 128 senadores y 500 diputados
federales. En 15 estados del país se renovarán legislaturas locales y presidencias
municipales y, en ciudad de México, se elegirán jefes delegacionales y al jefe
de gobierno.
Esta jornada electoral que parece
muy sencilla y se define en poco más de 10 horas, tiempo que duran las casillas
abiertas, es parte medular de lo que llamamos “democracia”, es decir, la
participación de los ciudadanos en momentos que tienen que ver con la toma de
decisiones respecto de su propio destino como nación, de forma personal y comunitario.
En todo este proceso tenemos
todos la responsabilidad de ir a expresar nuestra decisión, por un candidato o
partido, o por el otro, o por ninguno, pues somos parte de una misma comunidad
que busca día a día su bien común. En esta comunidad que es la nación mexicana,
el voto constituye el instrumento más importante con que contamos los mexicanos
para elegir a nuestros representantes en el gobierno; nuestro voto deber ser
otorgado a aquel ciudadano que represente los intereses, los valores y
aspiraciones de la sociedad, por eso es de suma importancia saber las propuestas,
los proyectos de ley, pues de otra manera podrían verse afectados seriamente los valores y
aspiraciones legitimas de la sociedad mexicana.
En pocas palabras decimos que por
medio del voto elegimos a las personas que dirigirán los destinos de la nación,
cuya parte más importante no son las instituciones políticas o los partidos,
sino los ciudadanos que pertenecemos a este país, con derechos y obligaciones.
El candidato que resulte electo,
ya sea para presidente de la nación o gobernador,
se enfrentará agrandes problemas como: las diferentes formas de violencia, el
clima de inseguridad en algunos sectores bien identificados, la pobreza
extrema, la corrupción, la impunidad, el fenómeno creciente de la migración o
la falta de oportunidades de estudios de calidad para los jóvenes y de trabajo
digno y bien remunerado de cualquier ciudadano.
Nos encontramos con algunos
vicios por vencer, algunos ocasionados por la falta de confianza en los
partidos, por las campañas negras y por el pesimismos en otros:
-
Abstencionismo
y compra de votos:
Uno de los grandes lastres, sino
es que el más importante, es el desinterés
o el rechazo que muchos expresan con respecto de la política; esto se
refleja en el hecho de que más de la mitad de los mexicanos empadronados no ejercen
su derecho al voto; la alta tasa de abstencionismo (según el IFE, en el 2009
fue el 55.2 por ciento) refleja el desencanto por la política, por los
políticos.
Otro elemento que atenta contra
la construcción de la democracia naciente, es la compra del voto y coacción del mismo. Existen diferentes formas
en las que esto se realiza y, aunque se pensaba que ya no existía en nuestra “moderna democracia” asistimos a
continuos actos que aprovechan la necesidad, la pobreza y miseria, para comprar
los votos por dinero o bienes materiales. Y en el peor de los casos: “promesas”
que nunca cumplen.
La ignorancia también juega un papel importante, pues se hace creer
a las personas que las obras y servicios públicos se realiza por la bondad de
la autoridad o partido en el gobierno,
sin aclarar que se pagan con los impuestos de los ciudadanos.
Peor aún es la coacción, pues hay maneras de obligar a votar a las personas por
un partido o grupo so pena de perder los beneficios de programas sociales.
Todos estos vicios deben ser erradicados con ética, coherencia, sacrificio y
generosidad en busca del bien común.
Entonces ¿Cómo votar de forma responsable?
El instrumento del voto es
eficaz, legal y moral si se hace buen uso de él, para lo cual recomiendo cuatro
puntos a considerar:
1.- Debemos estar conscientes de
que como ciudadanos, los cristianos no debemos dejar de cumplir con nuestra
responsabilidad en los procesos electorales.
2.- Es importante reconocer que
no partimos de cero. El sistema y la cultura democrática han tenido grandes
avances durante las últimas décadas, sin embargo existe, como ya mencioné,
grandes desafíos que amenazan con hacerla retroceder. La participación no se
reduce al ejercicio del voto el 1 de julio, esto seria muy pobre y poco útil. A
los gobernantes, en cualquier nivel hay que monitorearlos, ver sus compromisos,
exigirles, auditarlos y no volver a votar por ellos si no cumplieron sus
promesas o si se sirvieron de su puesto para beneficio personal o de grupo.
3.- Los obispos mexicanos han
dicho que la sociedad debe ir construyendo un estado basado en principios
éticos, comprometidos con una cultura de no violencia y de respeto a toda vida.
4.- Esta bien claro que todo
ciudadanos tiene la libertad consagrada por el derecho natural y nuestra Constitución,
de elegir entre varias opciones, cada una con forma distinta de proyectar el
futuro de nuestro país y el de cada uno de nosotros. Debemos ser conscientes de
que nadie puede sustituirme u obligarme a elegir, pero si tenemos la obligación
de ejercer correctamente esta libertad conforme a nuestra conciencia.
El Pontificio Consejo “justicia y
paz” afirma con toda claridad que: “una autentica democracia no es sólo el
resultado de un respeto formal de las reglas, sino que es el futuro de la
aceptación convencida de los valores que inspiran los procedimientos
democráticos: La DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA, EL BIEN COMUN, como criterio
regulador de la vida política.
Y como dijo el beato Juan Pablo
II: “una democracia sin VALORES se pervierte así misma, deja de SERVIR a las personas y se prostituye en forma de
autoritarismo de las mayorías”.
Los cristianos católicos, estamos
llamados a ser la “Sal y luz “del mundo, con nuestro voto a favor de la vida,
de la dignidad de la persona, de la libertad, de la justicia, de la democracia,
de la igualdad y libertad de culto y de conciencia. Estamos llamados a promover
una democracia con VALORES para no destruir nuestra nación con la dictadura del
relativismo imperante, que también busca instalarse en la política o desde la política.
Voto razonado, voto responsable,
vota por México.
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