jueves, 4 de noviembre de 2010

AMOR A LA PATRIA

Patria etimológicamente significa "tierra de los padres". Es la tierra natal o adoptiva a la que un individuo se siente ligado por vínculos de diversa índole, como afectivos, culturales o históricos ;  la patria es donde nacemos, trabajamos con el fin de hacer de esa patria algo hermoso y grande.
Una patria no la hace el dinero sino el idealismo, progreso y el amor hacia ella. Más que un territorio, la Patria son nuestros seres queridos,  las personas con las que vivimos y con las que compartimos.  Es un vínculo entre pasado, presente y futuro.
El amor a la Patria es un valor cívico que se aprende en familia, al que se le da crecimiento en la escuela y el que da fruto en la madurez cuando somos personas útiles a la sociedad. Amar a la patria es amar nuestra tierra y su gente, es amar nuestras raíces, nuestra historia, nuestro presente  y nuestro futuro. Ese amor viene de Dios y fue la fuerza que impulso a nuestros héroes a luchar por ideales de libertad,  igualdad, respeto y convivencia fraterna; mismos valores cristianos que Jesús nos enseño.
 Este amor a la patria, aparte de ser muy humano, es también un amor que nos lo enseña Dios y que la Iglesia nos lo recuerda y nos lo exige como un deber sagrado.
El Catecismo de la Iglesia Católica nos advierte:
- El amor y el servicio de la patria forman parte del deber de gratitud y del orden de la caridad (2239)
Por eso mismo, nos compromete a todos los ciudadanos, a los gobernados igual que a los gobernantes, de modo que sigue diciéndonos el Catecismo:
- Es deber de los ciudadanos cooperar con la autoridad civil al bien de la sociedad en espíritu y en verdad, justicia, solidaridad y libertad.... La sumisión a las autoridades legítimas y el servicio del bien común exige de los ciudadanos que cumplan con su responsabilidad en la vida de la comunidad política.
Dentro de las virtudes cristianas que se relacionan con la patria podemos mencionar: la Piedad y el respeto hacia los demás, la justicia que busca el bien común, la caridad que nos invita amar a nuestros semejantes, la gratitud por todo lo que se nos proporciona, el servicio, la defensa y protección hacia los mas necesitados.
Amando nuestra patria , amamos al mismo Dios, porque creemos en Él con la fe que se vive y le honramos con el culto que tenemos como herencia, por lo que de modo particular, en nuestra patria tenemos el honor de respetar y preservar nuestro origen católico.

Autor:  P. Martín Peralta

No hay comentarios:

Publicar un comentario